Aproser, Asociación Profesional de Compañías Privadas de Servicios de Seguridad, quiere condenar la agresión que han sufrido dos vigilantes de seguridad privada por parte de varios radicales del Olympique de Marsella en el estadio de San Mamés en Bilbao. Como consecuencia de los golpes recibidos, uno de los vigilantes recibió una herida por objeto punzante en el lado izquierdo del cuello. El otro, fue tratado de una herida inciso contusa en la mano y presentaba fracturas del cuarto y quinto metacarpiano así como una herida en el dorso de la mano derecha.
Hechos como este, que ya están empezando a ser tan repetitivos como intolerables, muestran la necesidad y la relevancia del cometido que afrontan diariamente los VIGILANTES de seguridad privada en el desempeño de sus funciones, que no es otro que la salvaguarda de la seguridad ciudadana en constante colaboración con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.
El vigilante de seguridad privada, realiza un trabajo absolutamente necesario para la sociedad, complementario y subordinado al de la seguridad pública y, muchas veces, asumiendo responsabilidades muy por encima de las exigibles en el desarrollo de sus actividades cuando se observa que la integridad del ciudadano está en peligro.
Por ello, desde Aproser queremos poner de manifiesto, una vez más, nuestra firme condena a estas agresiones. Asimismo, reclamamos que el nuevo reglamento de seguridad privada desarrolle adecuadamente la protección jurídica del vigilante, que prevé la ley de seguridad privada, para los profesionales del sector, y que estos lamentables actos conlleven para sus responsables las mismas consecuencias que tendría una agresión a un agente de la seguridad pública.
Hace unos días un partido político pedía mayor protección jurídica para un bombero que para un vigilante de seguridad. Nosotros, no entrando en provocaciones que darían lugar a mayores comentarios al respecto, entendemos que ambos se merecen la misma y la máxima posible, al igual que otras funciones y servicios complementarios y auxiliares de la seguridad pública, esto es, de la seguridad que requiere el ciudadano y que se configura como un derecho fundamental.
Por último, queremos trasladar nuestro reconocimiento y agradecimiento por la labor que realizan cada día de forma continuada y dilatada en el tiempo los profesionales de seguridad privada, en especial los vigilantes de seguridad, que se configuran como la primera línea para alerta y prevención de posibles delitos.
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