El plan incluye los 173 empleados de oficinas y 280 vigilantes n 2.500 de los casi 7.000 profesionales de la empresa fueron subrogados a otras firmas tras la pérdida de servicios.
La empresa de seguridad privada Segur Ibérica cuantificó ayer por primera vez -en la tercera reunión del periodo de consultas del ERE- a los sindicatos el impacto que tendrá el despido colectivo en la plantilla: afectará a 453 trabajadores, de un total de entre 4.300 y 4.500 que integran actualmente la empresa, lo que equivale a un 10% del total. Son los 173 trabajadores de estructura (oficinas) de la compañía y 280 operativos (vigilantes) no adscritos a un servicio concreto. Pero estas cifras tienen matices: el número de afectados de la parte administrativa depende de qué estructuras se incluyan en la venta de Grupo Segur (matriz de Segur Ibérica) a una multinacional interesada en adquirirlo. Y las bajas en la plantilla operativa dependen de los servicios que la empresa quiera mantener. "Son datos muy escuetos, no desagregados por comunidades, poco concretos y muy condicionados a decisiones futuras de la empresa, por lo que es imposible negociar nada", denunciaron representantes sindicales presentes en el encuentro de ayer, que insisten en que la firma actúa de mala fe en la negociación.
De hecho, la empresa está en pleno proceso de "pérdida intencionada" de servicios con la finalidad de deshacerse de la mayor parte de su plantilla pues los trabajadores que prestan esos servicios tienen que ser subrogados (asumidos) por la empresa que entra. Solo en las últimas semanas Segur Ibérica pasó de tener cerca de 7.000 trabajadores -unos 700 en Galicia- a los actuales 4.300-4.500. "Y bajando. Mañana mismo [por hoy] los vigilantes que prestaban servicio a Acciona dejan la empresa. Y en los próximos días les seguirán otros", sentencian fuentes sindicales.
Los representantes de los trabajadores sostienen que los afectados finales por el ERE serán todos aquellos que sigan en plantilla tras el fin de las subrogaciones y la venta de Grupo Segur. "La empresa está abandonando servicios y pretende cerrar todo lo que pueda por subrogaciones antes del 31 de diciembre", aseguran.
Los sindicatos, sin embargo, denuncian que la documentación aportada por Segur Ibérica es insuficiente y no permite negociar, al no detallar los afectados exactos "para poder estudiar posibles reubicaciones". Tampoco ven voluntad de negociación en cuanto a la propuesta económica. La empresa afirma que su situación no va a permitir indemnizaciones superiores a los 20 días por año trabajado y un máximo de 12 mensualidades y que incluso puede ser que los trabajadores tengan que recurrir al Fondo de Garantía Salarial (Fogasa) para poder cobrar -si la venta de Grupo Segur no se concreta- ante la falta de liquidez de la compañía.
Al margen del ERE, las centrales sindicales denuncian la persistencia de los impagos en toda España. Actualmente, aseguran, hay 900 trabajadores que no cobraron la nómina de noviembre, unos 150 en Galicia. Y aseguran que hay casos críticos, como el de un trabajador de A Coruña "al que sus compañeros han tenido que entregar alimentos al quedar sin dinero tras el pago del alquiler y de facturas".
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