Los guardas, uno de ellos con la dentadura rota y otro con golpes en la cabeza, están de baja tras la agresión, que se registró a las 7.45 horas en la estación de San Mamés
La Nochebuena, con su banda sonora de discoteca para los que salen de fiesta y regada con alcohol, trajo una Navidad dolorosa para dos de los vigilantes del metro que tenían que trabajar en tan señalada fecha. Los guardas de seguridad - que ejercen en el interior de las instalaciones pero que no forman parte de la plantilla ya que el suburbano contrata con Prosegur este servicio-, sufrieron a primera hora de la mañana de ayer una brutal paliza en la estación de San Mamés. Metro Bilbao ya ha interpuesto una denuncia.
Eran las 7.45 horas cuando los dos empleados fueron a mediar en una discusión entre un joven y una chica porque él «estaba comenzando a ponerse violento con ella», según relataron posteriormente los vigilantes a un delegado de CC OO de la firma de seguridad. La trifulca tenía lugar junto a las máquinas dispensadoras de los billetes. Abajo, en el andén -en la vía dos, en dirección a Bilbao-, charlaba un grupo de «una decena de jóvenes, de unos veintipico años y ajenos a la pareja a la que habían separado». Esta cuadrilla estaba esperando el metro para marcharse a casa tras la noche de juerga. «Debían tener ganas de lío. Oyeron el jaleo arriba y la tomaron con los vigilantes», explicó el delegado sindical a EL CORREO.
Los agresores subieron las escaleras, saltaron por las máquinas canceladoras y comenzaron a golpear a los vigilantes, que apenas tuvieron margen de maniobra, según denunciaron las víctimas. «Les dieron puñetazos en la cabeza, les tiraron al suelo y les siguieron propinando patadas por todo el cuerpo», explicó el representante de CC OO. Los guardias de Prosegur, de baja médica, tuvieron que ser trasladados a la Intermutual, donde les atendieron. Además de varias contusiones, uno de ellos tiene la dentadura rota, y otro una luxación en el dedo, que le fue entablillado, y golpes en la cabeza. Los agresores salieron corriendo en dirección a Termibus. La Ertzaintza ya trabaja en la identificación de los mismos. Tanto la Policía autónoma, ante la que han presentado sendas denuncias los vigilantes, como el personal de Metro Bilbao realizan el visionado de las cámaras de seguridad, que grabaron toda la escena, además de comprobar las cancelaciones de las tarjeta Barik cuando accedieron al suburbano.
Movilizaciones
Fuentes de CC OO, que condenó «rotundamente» la agresión sufrida por ambos trabajadores, explicaron que este miércoles se reunirá el comité de empresa y no descartan convocar movilizaciones. Reclamaron tanto a Prosegur como a la dirección del Metro más medios de seguridad para los vigilantes.
«Creemos que en este último episodio tienen parte de responsabilidad tanto Metro Bilbao como Prosegur, porque llevamos años pidiendo medidas y hacen oídos sordos porque implicarían un incremento de presupuesto, por lo que estamos indefensos», dijo el delegado de CC OO. Según explicó, «solo tenemos porra y grilletes, ni siquiera chaleco anticortes o spray de pimienta. Cualquier día te pueden dar una puñalada y el chaleco nos protegería. Si solo tuviéramos el spray y se te echasen encima diez como en el último caso, alguno hubiera desistido y las consecuencias serían menores», dijo.
Lo cierto es que los empleados del metro se enfrentan cada año a episodios violentos, insultos y amenazas, incluyendo actos de intimidación con armas blancas. En octubre del año pasado, sindicalistas, trabajadores y vigilantes se manifestaron, precisamente, frente a la estación de San Mamés en repulsa por las agresiones que sufren «cada vez más a menudo», después de que se produjeran dos ataques contra empleados en tan solo cinco días.
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