Vigilante acusado de dar paliza a un joven en Las Rozas: "nadie le golpeó"

Un vigilante de seguridad acusado de agredir violentamente a un joven en septiembre de 2007 en la estación de tren de Pinar de Las Rozas ha asegurado hoy que "nadie le golpeó" y que "en ningún momento" hizo uso de la defensa para agredir a la víctima.

La Audiencia Provincial de Madrid ha celebrado el juicio hoy -que ha quedado visto para sentencia- contra Manuel I.G., que se enfrentaba a una petición inicial de siete años de prisión por un delito de lesiones con resultado de gravedad en uno de los testículos de la víctima.

Sin embargo, la fiscal ha rebajado en sus conclusiones finales la petición a dos años de cárcel después de que, durante el transcurso de la vista, una de las médicos forenses que han comparecido como perito haya negado cualquier vinculación entre los presuntos golpes del vigilante y la lesión testicular que presenta la víctima.

En su declaración, el acusado ha relatado que la noche del 28 de septiembre de 2007 se inició un incidente entre varios jóvenes en el interior de un vagón, a la altura de la citada estación, y que una vez en el andén persiguió y agarró a uno de ellos.

"Forcejeamos, nos caímos al suelo y me ayudaron unos compañeros, pero en ningún momento le agredí ni saqué la defensa", ha asegurado el procesado, al tiempo que ha insistido en que "incluso refugié detrás de mí al joven, porque había gente tirando piedras y palos contra nosotros".

Sin embargo la víctima ha asegurado que tras el incidente salió corriendo "asustado" y que entre cinco vigilantes le "pegaron en el costado", además de golpearle en los testículos.

"La persona que me sujetó me agredió y luego disparó al aire", ha continuado el joven, quien ha descrito al presunto agresor como "rubio, vestido de azul y de la empresa Falcon", elementos que, como ha señalado la defensa, no coinciden con el acusado ni con el uniforme propio de la empresa para la que trabaja.

Por su parte, los vigilantes que han comparecido como testigos han coincidido en calificar la situación de "muy grave", hasta el punto, según las versiones de los compañeros del acusado, de "temer por la vida".

Uno de ellos ha explicado que un chico le roció la cara con un extintor y que a un compañero unos jóvenes "le partieron un brazo por siete sitios".

No obstante, el momento determinante de la vista ha sido la declaración de una médico forense que ha modificado el informe que obra en la causa y en el que ha descartado que la atrofia testicular de la víctima -que agravaría la responsabilidad penal del acusado- se produjera por golpes.

Tras esto, la Fiscalía ha rebajado su petición de pena en cinco años al no existir gravedad en el resultado de las presuntas lesiones mientras que la defensa han pedido la absolución del acusado "al no quedar acreditado ni la autoría ni la vinculación entre la presunta agresión y las lesiones producidas".

No hay comentarios:

Publicar un comentario