Absuelto el vigilante acusado de dar una paliza a un joven en Las Rozas (Madrid).

La Audiencia Provincial de Madrid ha absuelto a un vigilante de seguridad que fue acusado de agredir violentamente a un joven en septiembre de 2007 en la estación de tren de Pinar de Las Rozas tras unos incidentes en el tren.

En la sentencia, a la que ha tenido acceso Efe, la Sección Cuarta de la Audiencia de Madrid absuelve al vigilante del delito de lesiones con resultado de gravedad en uno de los testículos de la víctima, por el que se enfrentaba a dos años de prisión.

Con todo, los magistrados recuerdan que esta resolución no es firme y contra la misma cabe interponer recurso de casación ante la sala segunda del Tribunal Supremo.

La resolución considera probado que la noche del 28 de septiembre de 2007 se inició un incidente entre varios jóvenes en el interior de un vagón, a la altura de la estación de Pinar de las Rozas, algunos de los cuales hicieron pintadas, accionaron algunos extintores y llegaron a detener el tren instantes antes de llegar a su destino. En el tren viajaban dos vigilantes de seguridad.

Renfe comunicó estos incidentes a los tres vigilantes de seguridad que había en la estación, quienes trataron de identificar a los autores de los disturbios y persiguieron a un joven menor de edad, que había rociado con un extintor a uno de los vigilantes.

Éstos últimos fueron ayudados por sus dos compañeros que viajaban en el tren, uno de los cuales consiguió derribar al joven, que se resistió, mientras sus amigos increpaban a todos los vigilantes.

Fue entonces cuando "dada la agresividad que mostraban y la alteración del estado de ánimo de los jóvenes", dos de los vigilantes de seguridad "sintiéndose amenazados y acorralados, hicieron disparos al aire con sus armas reglamentarias para tratar de disuadir a la multitud lo que no consiguieron".

Los jóvenes les lanzaron piedras, adoquines y ramas de arboles, lo que provocó heridas a cuatro de los vigilantes, cuando estos entraron al tren con el menor retenido. Todos ellos tuvieron que refugiarse en la cabina del maquinista, hasta que intervino la Guardia Civil.

Como consecuencia del incidente, el joven retenido sufrió una contusión testicular, si bien el tribunal considera que "no ha quedado acreditado que, en el curso de dicha interceptación y sujeción física, el vigilante golpeara intencionada e injustificadamente con su defensa al joven o contribuyera de forma relevante a que lo hiciera algún otro de los vigilantes de seguridad".

El acusado dijo en el juicio que "en ningún momento" hizo uso de la defensa para agredir a la víctima. "Forcejeamos, nos caímos al suelo y me ayudaron unos compañeros, pero en ningún momento le agredí ni saqué la defensa", aseguró el procesado, al tiempo que insistió: "incluso refugié detrás de mí al joven, porque había gente tirando piedras y palos contra nosotros".


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