Un vigilante de seguridad de los juzgados de Vía Alemania, en Palma, salvó ayer a un hombre cuando trataba de arrojarse al vacío desde el tercer piso.
El profesional evitó que se precipitara por el hueco de la escalera gracias a una rápida intervención en el momento en el que el individuo estaba asomado con medio cuerpo hacia afuera y encaramado a la baranda.
"Si no le agarro del cuello, se tira al vacío", aseguró ayer Aurelio, el vigilante de la sede judicial. Su acción resultó providencial. Le salvó de una muerte segura. El hombre, español de 39 años, se hallaba muy alterado. "No razonaba, me dijo que se tiraba porque le habían denunciado", añadió el profesional.
"La verdad es que he pasado miedo porque pensaba que se arrojaba desde el tercer piso", reconoció Aurelio. Una vez le cogió con fuerza y le redujo en el suelo, dos abogados le ayudaron "haciendo pantalla" en la tercera planta y bajándolo en ascensor. Luego, acudió en apoyo su compañero, Primo, el conocido vigilante de Vía Alemania, y Mateo, quien tuvo que incorporarse en la zona del control de acceso al edificio judicial.
Los vigilantes entregaron el afectado a la Policía Nacional, que se encargó de velar por su integridad y lo condujeron hasta la consulta del médico forense. El perturbado, al final, acabó siendo trasladado en ambulancia hasta el área de Psiquiatría del hospital de Son Llàtzer.
No es la primera vez que ocurre un incidente de este tipo en la sede de Vía Alemania. Hace un año, otro hombre intentó lanzarse desde la cuarta planta del edificio, donde se ubican los juzgados de violencia sobre la mujer. Por este motivo, se ha pedido algún tipo de medida de protección o seguridad para evitar o frenar estos hechos. En el cuarto piso, a raíz del primer incidente, se instaló una baranda un poco más alta.
Los hechos de ayer ocurrieron sobre las once menos veinte minutos de la mañana cuando Aurelio y Primo estaban en el escáner en la entrada principal de Vía Alemania. En ese momento, recibieron dos avisos al mismo tiempo. Uno de ellos, en la tercera planta, una funcionaria requería su presencia de forma urgente.
Aurelio subió corriendo por las escaleras a toda prisa. Una vez en el tercer piso, vio a la funcionaria y a un hombre apoyado en la baranda del hueco de la escalera. La trabajadora le indicó que el individuo se quería tirar al vacío. "Traté de mediar con él pero tenía un problema mental, no razonaba", explicó el vigilante. "Le dije que no se arrojara y que me acompañara. Él se negó y me dijo que se iba a tirar porque le habían denunciado. Sacó medio cuerpo al vacío y ya tenía una pierna fuera. Le agarré del cuello para que no saltara. Luego, la Policía Nacional nos ayudó mucho", concluyó.
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