El Gobierno endurece la reforma laboral que sólo ha servido para destruir empleo

El Gobierno, con la excusa de que es necesario "hacer ajustes menores", ha dado una "nueva y profunda vuelta de tuerca" a la reforma laboral de 2012, según ha denunciado el secretario confederal de Acción Sindical de CCOO, Ramón Górriz. Con las "mejoras técnicas" introducidas "los empresarios, y en especial las multinacionales extranjeras, tendrán más fáciles los despidos colectivos", advierte.
La reforma laboral, que la ministra de Empleo calificó de “impecable” al hacer balance de su primer año de funcionamiento, ha sido endurecida en el último Consejo de Ministros. Los cambios aprobados  por decreto ley el viernes 2 de agosto – “de manera poco democrática, al margen del diálogo social, señala Górriz – responden exclusivamente a las demandas de los asesores empresariales y satisfacen con celeridad los deseos del Fondo Monetario Internacional: “Refuerza el poder empresarial, profundizando el desequilibrio en las relaciones laborales que la reforma impulsó, para facilitar los despidos”, denuncia el responsable de CCOO.


Para CCOO, el decreto ley facilita y contempla el despido como la primera opción frente a otras alternativa; lo hace a través de dos vías complementarias: la decisión empresarial primará sobre la propia autoridad administrativa y sobre la tutela judicial de los despidos, al restringir los casos de nulidad de los ERE que suponen la reincorporación de la plantilla a sus puestos de trabajo, y limita la representación y el control sindical de las decisiones empresariales.   

Dentro de las facilidades que el nuevo decreto otorga a los empresarios, destaca que las empresas multinacionales obtienen una mejora, si cabe, adicional. No tendrán que presentar cuentas consolidadas del grupo para demostrar la pertinencia del despido colectivo, salvo en el caso de que la sociedad principal tenga su domicilio en España.

A juicio de CCOO, con la reforma de la reforma el Gobierno celebra el “éxito de una reforma laboral que se ha saldado con 633.500 puestos de trabajo destruidos desde su aplicación, empeorando aún más sus contenidos; reforzando el poder a los empresarios, lo que provocará más despidos y paro, y dando un nuevo golpe al diálogo social, ante lo que “reiteramos nuestro rechazo y firme decisión de no parar hasta conseguir la reversión de la reforma laboral”, advierte Ramón Górriz.

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