Dos personas han sido detenidas en Zaragoza después de que, al parecer, el pasado sábado intentaran robar en una zona comercial y, al ser descubiertos, emprendieran la huida en un vehículo sin éxito, provocando lesiones a una vigilante de seguridad que los persiguió y a la que arrastraron unos cien metros.
Agentes de la Policía Nacional han detenido a dos personas como presuntas autoras de un delito de tentativa de homicidio, hurto y conducción temeraria. El pasado sábado día 16, a las 14.40 horas, el equipo de seguridad privada de un establecimiento ubicado en una conocida zona comercial de Zaragoza, sorprendió in fraganti a un varón y a una mujer hurtando diversos artículos. Ambos iban acompañados por una niña de corta edad.
El modus operandi consistía en coger de los expositores artículos electrónicos de alta gama y, tras desplazarse a una zona apartada del establecimiento, inutilizar el dispositivo de alarma.
Una vez interceptados, los vigilantes de seguridad les requirieron para que les acompañaran a la zona de oficinas, al objeto de dar cuenta de los hechos a la Policía. No obstante, la pareja desatendió las indicaciones de los responsables de seguridad, emprendiendo el varón la huída a la carrera, no consiguiendo ser alcanzado.
Por otro lado, la mujer, D.R.F., acompañada de la niña, sin atender tampoco a las instrucciones dadas por los vigilantes de seguridad, salió por la fuerza al exterior del establecimiento, donde les estaba esperando un vehículo conducido por otro varón, A.I.F., en compañía de otro niño de corta edad.
La mujer consiguió subir a la menor al vehículo, e intentó en repetidas ocasiones acceder al puesto de copiloto del vehículo, pero esto fue impedido por una de las vigilantes de seguridad intervinientes, consiguiendo finalmente montarse en la parte trasera, siendo sujetada por la vigilante de seguridad.
En ese instante, la mujer cerró con fuerza la puerta del vehículo, que inició la marcha, quedando atrapado el brazo de la vigilante de seguridad con la puerta posterior derecha del turismo, que resultó arrastrada a lo largo de más de cien metros, quedando en riesgo su integridad así como la de otras personas que se encontraban en la zona, hasta que el resto de vigilantes de seguridad, viandantes y un particular en motocicleta se interpusieron ante el vehículo consiguiendo que éste parara.
Todos los hechos expuestos fueron cometidos por el matrimonio en presencia de sus dos hijos menores, que se encontraban en los asientos traseros del vehículo.
La vigilante de seguridad, que sufrió heridas graves, fue ingresada en un centro hospitalario de Zaragoza.
Las investigaciones han sido desarrolladas por el Grupo de Homicidios de la Brigada Regional de Policía Judicial de Zaragoza.