«Continuaré en huelga de hambre aunque mi vida peligre», dice el exescolta

«Continuaré en huelga de hambre aunque mi vida peligre», dice el exescolta

 
«Terminaré la huelga cuando cumplan y me den trabajo». Así lo asegura el exescolta murciano Ramón Roca, que inició ayer una huelga de hambre ante la prisión de Sangonera la Verde, con el fin de reclamar al Ministerio de Interior su recolocación como vigilante de seguridad en un centro penitenciario.
 
Roca se encuentra desde el pasado domingo acampado ante la cárcel, acompañado de su mujer y de su hija, aunque ayer se le unió Basilio Cervantes, un compañero que atraviesa la misma situación y que ha decidido también ponerse en huelga de hambre. «No llego a final de mes. Estoy en Cáritas recogiendo alimentos, pero se hace todo muy duro», lamentó ayer Roca con un gesto de desesperación y tristeza.
 
Este vecino de Alcantarilla, que posee lo justo en la tienda de campaña para dormir, siente impotencia por todo lo que está viviendo. «Decidí ponerme en huelga porque hablé con dos compañeros de Algeciras; ellos habían hecho lo mismo porque se encontraban en igual situación. No llevo ni dos días; la noche se hace dura porque no puedo dormir, quizás por los nervios y porque hace frío», relata.
 
Después de trabajar durante cinco años como escolta de un concejal socialista en Eibar, la empresa de seguridad para la que trabajaba presentó un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) y despidió a 156 compañeros. Su regreso a Murcia lo hizo con la promesa del Ministerio del Interior de recolocarlo como vigilante de prisiones. Pero hasta ahora ese compromiso no se ha cumplido y, a escasos meses de finalizar el subsidio por desempleo, Roca asevera que protestar es lo único que le queda, «aunque con ello ponga mi vida en juego».
 
 

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