El Grupo Socialista en el Ayuntamiento de Oviedo ha criticado hoy (17/09/2013) la actuación de la empresa encargada de la seguridad en el recinto habilitado en La Ería para los conciertos de San Mateo dado que está realizando cacheos en los que requisa objetos personales a los asistentes sin presencia policial.
En un comunicado, el PSOE señala que ya denunció en su momento que entre los atropellos a la ciudadanía que significaba la aprobación del contrato de la Ería figuraba delegar la seguridad de los ovetenses que costeaban y asistían a los conciertos.
Los socialistas cuestionan la legalidad de esta actuación sobre la que pedirán información a la Policía Local de la ciudad y al concejal delegado de Interior.
Además, solicitarán de la Sociedad Ovetense de Festejos (SOF) que identifique al responsable de seguridad de La Ería que estaba obligada a designar la empresa concesionaria del recinto así como de la empresa que haya sido contratada para las labores de seguridad.
La Asociación de Vigilantes de Seguridad Privada de Asturias (Avispa-Asturias) ha afirmado hoy (18/09/2013), que son "total y absolutamente falsas las acusaciones, sospechas o denuncias efectuadas por los grupos municipales del POSE e IU" sobre los cacheos realizados por el personal de seguridad privada en los conciertos celebrados en la Ería y en la Plaza de La Catedral con motivo de las fiestas de San Mateo.
En un comunicado, esta asociación asegura que el personal que presta sus servicios en estos acontecimientos musicales lo hace "en el ejercicio legal del desempeño de sus funciones profesionales como vigilantes de seguridad habilitados por el Ministerio del Interior, contratados todos ellos por la empresa Serramar", como así lo ha confirmado hoy la concejala de Festejos, Belén Fernández.
Avispa afirma que "no es cierto que estos vigilantes, en el desempeño de sus cometidos y al amparo de La Ley de Seguridad Privada y el Reglamento que la desarrolla, no puedan realizar los registros y comprobaciones oportunas para impedir altercados o conflictos que pudieran derivar en graves problemas de alteración de orden público en el interior de las instalaciones durante la celebración de los eventos musicales.
"Es más, no solo están autorizados, sino que la legislación les obliga a desempeñar tales funciones en previsión de que se origine cualquier conflicto o situación de peligro para la integridad física de los asistentes", subraya la asociación.
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