La diligente actuación de los empleados de la seguridad privada impide el robo de un bebe en Valencia.

Las sospechas del padre, médico de profesión, acabaron por descubrir a la falsa sanitaria y frustraron la sustracción del neonato.
 
Una mujer disfrazada de enfermera intentó robar un bebé recién nacido en el Hospital La Fe tras hacerse pasar por una sanitaria y decirle a los padres que se llevaba al neonato para que le realizaran una prueba. Los insólitos hechos ocurrieron el domingo por la tarde en la habitación 318 de la torre F, donde se encuentran hospitalizadas la mayoría de parturientas y otras pacientes del Servicio de Obstetricia y Ginecología.

Las sospechas del padre, médico de profesión, acabaron por descubrir a la falsa enfermera y frustraron también la sustracción de la criatura. Aunque llevaba una bata de sanitaria, el aspecto desaliñado de la mujer hizo que el padre desconfiara. Además, el médico le preguntó acerca de la prueba que supuestamente iban a realizar a su bebé y obtuvo una respuesta poco convincente. Tras verse acorralada por las sospechas de los padres, la falsa enfermera abandonó de forma precipitada la planta del Servicio de Obstetricia y Ginecología.

Sin embargo, la diligente actuación de los empleados de la seguridad privada de La Fe impidió que la mujer escapara. Las grabaciones de las cámaras del circuito cerrado de televisión y el seguimiento de los vigilantes a la individua posibilitaron su captura antes de que abandonara el recinto sanitario. 

Una vez controlada la situación, desde el hospital se informó de los graves hechos a la sala del 091 de la Policía Nacional, que envió una patrulla al lugar. Los agentes se hicieron cargo de la mujer de nacionalidad rumana y la trasladaron a un calabozo del complejo policial de Zapadores. También realizaron las correspondientes diligencias de investigación tras entrevistarse con los padres del bebé y leerle a la detenida sus derechos.

Fuentes de La Fe confirmaron ayer el intento de robo del bebé, pero no facilitaron ninguna información sobre los hechos que causaron un gran revuelo el domingo por la tarde en el hospital. La empresa responsable de la seguridad en el complejo sanitario, ISS Facility Services, también eludió pronunciarse sobre cómo y dónde apresaron sus vigilantes a la mujer. En la puerta de acceso a la tercera planta de la torre F, donde tuvo lugar el intento de robo del bebé, un sanitario colocó un cartel con una nota manuscrita que pedía, por favor, a los familiares de los pacientes ingresados que mantuvieran las puertas cerradas.

El Hospital Universitari i Politècnic La Fe está considerado como uno de los mejores complejos sanitarios públicos de Europa con una superficie construida de 260.000 metros cuadrados. Los trabajadores de este centro hospitalario atienden unos 6.000 partos cada año; mientras que a diario asisten a cerca de 4.000 pacientes en consultas externas y una media de 700 en el Servicio de Urgencias, sin contar las personas hospitalizadas en las 1.000 camas disponibles. Estas cifras dificultan las labores de control en los accesos a los edificios, aunque los vigilantes aumentan la vigilancia en dependencias consideradas como estratégicas por su conflictividad o por el valor de material que almacenan.

En torno a las 13 horas, el padre de un neonato puso en conocimiento del personal del centro el comportamiento peculiar de una enfermera que entró en la habitación de su mujer. Vestía el uniforme habitual de las enfermeras del área y comentó a la mujer que regresaría más tarde cuando la madre hubiese terminado de amamantar a su hijo. Lo haría para llevarlo a la conocida como prueba del talón.

Fue entonces cuando la paciente alertó a su marido, que fue quien alertó de que a su hijo ya se le había realizado tal prueba. A partir de ese momento se alertó a los servicios de seguridad del centro así como a la Policía Nacional. Se buscó a la mujer por el interior y aledaños del recinto sin poder localizarla.

Pero las cámaras de vigilancia sí la captaron. Las imágenes describen a una joven de entre unos 20 y 25 años de aspecto magrebí y 160 centímetros de altura. Desde la Consejería de Sanidad se aseguró al medio anteriormente citado haber iniciado una investigación para esclarecer lo ocurrido. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario