Los vigilantes cogen la pancarta


Un grupo de trabajadores de la seguridad privada se concentró ayer a las puertas de la nave de una empresa del sector en Granda (Siero), para protestar por la creciente precariedad de sus condiciones laborales. Según aseguraron los representantes sindicales, la mala situación económica los ha obligado a aceptar ajustes en las condiciones de trabajo en los últimos años, y pese a ello, algunas empresas no cumplen con lo pactado. El secretario general de la Federación de Trabajadores de Seguridad Privada en Asturias de USO, Luis Alonso Martínez, señaló que el convenio colectivo firmado para los años 2009 a 2012 fijaba un incremento salarial al año del 4,4%.

Pero hace año y medio, debido a la mala situación económica, empresas y sindicatos renegociaron las condiciones y éstos aceptaron un ajuste a la baja, que implicaba un incremento salarial del 2,4% en 2012, y del 1,6% en 2013. A pesar de este esfuerzo, Alonso aseguró que «hay empresas que no asumen el convenio y se niegan a aplicar los incrementos».

Se trata de un sector en el que a menudo los trabajadores cobran salarios de entre 900 y 950 euros al mes, «a pesar de que es una profesión arriesgada, y que se trabaja los domingos y festivos y hay turnos de noche», denuncian los sindicatos. El hecho de que unas empresas acepten el convenio y otras no genera inseguridad laboral, añaden.