El apoderado de la compañía Segur Ibérica hasta el año 2010, José Albuixech, ha reconocido ante el titular del juzgado de Instrucción número 21 de Barcelona que su empresa, siguiendo instrucciones de su gerente, falsificaba cuadrantes de servicio para colocar a vigilantes ficticios y facturar horas no trabajadas a la Biblioteca de Cataluñadurante, al menos, los cinco años en los que ocupó el cargo de segundo máximo responsable de la compañía en Cataluña y Baleares.
Albuixech compareció en calidad de testigo la semana pasada ante el juzgado que instruye la querella contra la Biblioteca de Cataluña, presentada por la mercantil NIX Universal, SL, en la que se acusa a los responsables de seguridad de esta institución dependiente de la Generalitat de Cataluña de los supuestos delitos de falsedad en documento público y omisión del deber de perseguir delitos. En concreto, la querella está dirigida contra la jefa del Servicio de Administración de la Biblioteca de Cataluña, Margarita Valverde, y contra Ferrán López San Juan, responsable de mantenimiento.
Antes de iniciarse el interrogatorio al testigo, el juez instructor preguntó a Albuixech si había vuelto a ser molestado tras las amenazas y coacciones denunciadas semanas atrás, que le conminaban a no comparecer ante el juzgado y prestar declaración. El testigo aseguró al juez encontrarse bien y explicó lo sucedido temiendo por la integridad de su esposa e hijo y la suya propia. En este sentido el instructor le invitó a que si volvía a tener cualquier problema que se lo hiciera saber.
El exjefe de Segur Ibérica en Cataluña estaba al corriente
Durante el interrogatorio, en el que participaron las partes personadas en el caso, Albuixech fue dando forma con su testimonio a las presuntas prácticas delictivas de la compañía para la que trabajaba. Según sus propias palabras existía una estrategia para defraudar a los clientes que pasaba por falsificar servicios, contratar personal no habilitado y facturar más horas de las realmente realizadas con el fin de obtener un mayor beneficio.
Según el exapoderado de Segur Ibérica, su jefe directo entonces, Enric Cabezuelo Pey, máximo responsable de la compañía en Cataluña y Baleares, era la persona que ordenaba y autorizaba estas prácticas. En su declaración ante los abogados de ASPACOM (Asociación Independiente de trabajadores y ciudadanos que Lucha contra la Corrupción y en defensa de nuestro Patrimonio Común), de la mercantil informática valenciana NIX Universal y de la Generalitat de Cataluña, Albuixech manifestó que el modus operandi del presunto fraude pasaba básicamente por facturar servicios no prestados: "Para ello era imprescindible manipular e introducir datos falsos en el programa Visual Plan de gestión de cuadrantes y servicios de la propia compañía", y que había sido diseñado por NIX Universal. Este programa es utilizado desde hace una década por numerosas empresas de seguridad.
El sistema consistía, según admitió el exapoderado de Segur Ibérica, en falsear los datos que se introducían en el programa para generar vigilantes ficticios y horas extras: “El programaVisual Plan funcionaba perfectamente pero no permitía avanzar y generar cuadrantes si antes no se cumplimentaban perfectamente todos los campos”, esto es, nombre y apellidos del vigilante, DNI, número de Tarjeta de Identidad Profesional (TIP), fecha y hora de entrada y salida del servicio y destino. Preguntado cómo se realizaba entonces el fraude, Albuixech detalló la mecánica seguida confirmando que para generar vigilantes ficticios los inspectores de servicio de Segur Ibérica, “siguiendo instrucciones de Enric Cabezuelo”, se inventaban DNI y también los números de habilitación para ejercer como vigilante privado que constan en el registro del Ministerio del Interior.
Preguntado si en algún momento detectó algún error en el funcionamiento del programa, Albuixech aseguró que no, si bien añadió que “sé lo que saltó a la luz pública y luego de golpe y porrazo nos cambiaron el programa por otro denominadoClau y nadie dio ningún tipo de explicaciones. Error, el Visual Plan, que nosotros sepamos, ninguno”.
El abogado de NIX preguntó entonces si el programa Clau permitía manipular los cuadrantes de servicios y Albuixech reconoció que sí: “De hecho se creó una clave para poder cerrar esos cuadrantes”. Preguntado por cómo funcionaba esa clave, el testigo dijo que “que se creó un número ficticio, el 108, que se usaba para poder cerrar el cuadrante”. Es decir, introduciendo el 108 en cada campo que era obligatorio rellenar, el programa permitía realizar los cuadrantes con vigilantes o servicios que no existían. Era lo que se denominaba “efecto facturación”, un sistema “para cobrar las horas que no se han realizado”.
Otros afectados
En otras ocasiones Segur Ibérica enviaba a la Biblioteca de Cataluña a personal no habilitado a realizar tareas de vigilante de seguridad que en ocasiones prestaban sus servicios en otra compañía del Grupo Segur denominada Consorcio de Servicios. Albuixech dijo que la mayoría eran auxiliares, pero no de seguridad: “Eran porteros o jardineros”. “Entonces, ¿podemos decir que eran vigilantes disfrazados?”, preguntó el abogado de la acusación. El testigo respondió afirmativamente.
Estas prácticas, según el exnúmero dos de Segur Ibérica en Cataluña, no solo se realizaban en la Biblioteca catalana sino también “encentros penitenciarios de menores de L’Alzina y Can Rubio, enMcDonald’s, Nissan, Real Club Deportivo Español; lo estoy diciendo a bote pronto, que yo me acuerde”, manifestó Albuixech.
En otro momento del interrogatorio se preguntó al testigo si Margarita y Ferrán -los dos funcionarios de la Generalitat- recibían regalos de Segur Ibérica. Albuixech respondió que sí, “que les llevaban cestas y baúles con jamones para Navidad... lo típico”. En este sentido también se le pregunta a José Albuixech si conoce al hermano de Margarita Valverde, a lo que este responde que sí, ya que es vigilante de seguridad: “He trabajado codo a codo con él”.
El abogado de NIX. para cerrar su intervención, preguntó al testigo: “¿Alguien le ha presionado para que no contara esto?” La respuesta fue: “Sí señor. He traído la denuncia que puse. Y a través de lo que he ido viendo y de lo que me han ido contando mis compañeros... decidí irme a un notario y contar todo lo que sabía. Y después, cuando recibí la citación de este juzgado me pasó lo que me pasó con este individuo que me abordó en la puerta de mi casa con mi hijo pequeño, con mi mujer, me amedrentó y me vi obligado a irme a los Mossos d’Esquadra .Claro... a mí me puede pasar algo, pero no quiero que le pase a mi familia”.
Nuevos informes
El 14 de mayo de este año José Albuixech realizó un acta de manifestaciones de 14 páginas ante un notario de Barcelona por si alguna circunstancia ajena a su voluntad le impedía comparecer ante el tribunal.
El abogado de la Generalitat de Catalunya, que asiste a los dos funcionarios imputados, se limitó a realizar tres preguntas en su turno de intervención. La que despertó más interés es si Albuixech se había reunido con un investigador privado llamado Jano, a lo que Albuixech respondió no recordar haber sido interrogado por un investigador privado, “que yo sepa”.
El detective contratado por NIX Universal, director de la agencia ‘Gestaltia’ compareció ayer en los juzgados de Alicante donde declaró por exhorto, aportando dos nuevos informes para la investigación de esta causa judicial.
En la actualidad Enrique Cabezuelo Pey ya no es el delegado de Segur Ibérica en estas comunidades autónomas, ya que fue cesado o destinado a otras actividades dentro de la compañía, tras la presentación de esta querella de NIX Universal en febrero de este año y de otras del sindicato ATES de Catalunya. En cualquier caso Cabezuelo Pey está citado a declarar el próximo 9 de enero, tras verse obligado el juzgado a citarlo en su propio domicilio ante la negativa de Segur Ibérica a recoger su citación. Asimismo, hace apenas una semana, su sustituto en el cargo, Luis María de Erráiz Alonso, ha sido igualmente cesado de modo fulminante por la dirección de Segur Ibérica, medida adoptada tras la denuncia por coacciones presentada por José Albuixech.
No hay comentarios:
Publicar un comentario