El pasado martes, el vigilante de seguridad de un edificio en obras a medio acabar desde hace varios años en Dos Hermanas, se encontró en el hueco del ascensor el cadáver de un hombre colgado de una soga. En principio, el estado de descomposición del cuerpo no permitía datar la fecha exacta del suicidio ni la identidad del fallecido, por lo que los investigadores pensaron que podría tratarse de un indigente al que no había reclamado nadie y el caso no trascendió. Sin embargo, tras las pruebas forenses practicadas se ha certificado que se trata delcuerpo de un menor de 17 años de Carmona que habíadesaparecido en septiembre, fecha en la que decidió acabar con su vida.
Era hijo adoptivo de un matrimonio de Carmona que lo estaba buscando desde entonces por Dos Hermanas, ya que según ha podido saber este periódico se había fugado de un centro de esta localidad. Desde entonces, la Policía había tomado declaración a todos sus amigos para tratar de averiguar su paradero, pero nadie había podido seguir su rastro.
El joven había sido adoptado con ocho años y estaba muy integrado en su familia adoptiva, por lo que por el momento se desconocen las razones que le han llevado a acabar con su propia vida. Lo hizo, además, en un sitio de difícil acceso de la obra. De hecho, el vigilante se lo encontró de casualidad. Durante toda esta semana la Policía ha estado trabajando en su identificación para cruzar los datos de desapariciones. Y así se ha llegado hasta el joven de Carmona desaparecido.
La obra de Dos Hermanas en la que ha aparecido es frecuentada por muchos jóvenes que acuden cada fin de semana a una discoteca próxima, por lo que su acceso al recinto vallado pudo producirse durante una de esas congregaciones sin llamar la atención.
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