La empresa emergente KnightScope ha creado unos robots de metro y medio de altura ideados para patrullar las empresas de alta tecnología. De hecho, estos guardianes ya se están probando en Silicon Valley (California).
Estos robots cuentan con micrófonos, altavoces, láser, sensores de calor y olor y GPS, entre otros equipamientos, y es completamente autónomo en funcionamiento y carga. La compañía ha explicado que, aunque no tiene armas, se trata de un verdadero vigilante de seguridad ya que tiene un mecanismo que contacta directamente con la policía.
Además, puede analizar de manera detallada la zona en la que se ha producido un delito y sus cámaras pueden leer hasta 300 matrículas de coche en un minuto. Otra de sus peculiaridades es que ha sido construido con un botón en su parte superior que puede ser presionado por cualquier persona que necesite un poco de ayuda.
"Creemos que son herramientas perfectas para manejar el trabajo monótono y, a veces, peligroso, de los guardias de seguridad. Son capaces de hacer frente de manera más juiciosa a los problemas, en relación a la planificación o la táctica a seguir", indican los expertos en el blog de Knightscope.
Sus inventores esperan que, de manera eventual, también podrían patrullar centros comerciales, oficinas y barrios e incluso locales y, según explican en su página web, reducirían la delincuencia en un 50 por ciento.
"Imagina un amigo que puede ver, oír, sentir y oler y que puede velar, incansablemente, por cualquier lugar, manteniendo a las personas a salvo, mientras pone una sonrisa a todo el mundo que pasa. Imagina que pudiéramos utilizar la tecnología para hacer nuestras comunidades más fuertes y más seguro", dice KnightScope en un comunicado.
La empresa recuerda que están diseñados para funcionar "sin ningún tipo de manipulación humana" y que están diseñados "para evitar enfrentamientos".
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