El descontento por la degradación de las condiciones laborales de los agentes de seguridad privada que se encargan de la vigilancia nocturna de la terminal intermodal de mercancías ferroviarias de La Maruca ha llegado ya a la mesa de las autoridades del Principado. La Asociación de Vigilantes de Seguridad Privada de Asturias (AVISPA) informó ayer que ha hecho llegar sendos escritos a la Delegación del Gobierno y a la Unidad Territorial de Seguridad Privada de la Policía Nacional, enumerando los motivos de su incomodidad, y solicitando que sean solucionados. En última instancia, sus integrantes consideran que se ha incurrido en la violación de la Ley de Seguridad Privada.
Los vigilantes, pertenecientes a la empresa de seguridad OMBUDS, denuncian que carecen de los medios materiales y tecnológicos necesarios para «impedir la comisión de hechos delictivos, o para hacer frente a situaciones de conflicto que desemboquen en atentados contra su integridad física». En concreto, resaltan la retirada, por parte de la empresa, del arma reglamentaria de los agentes y de los perros adiestrados, la supresión de los circuitos de videovigilancia y el establecimiento de un único vigilante por turno.
En opinión de quienes han elaborado los escritos, tales carencias merman la operatividad de unos agentes que desarrollan su labor de lunes a viernes, entre las 21 y las 8 horas, y los sábados, domingo y festivos las veinticuatro horas del día. En total, bajo su control se hallan 18.000 metros cuadrados de terreno, un espacio «excesivo» para que sea patrullado por un único agente por turno, tanto por el interior como por el exterior.
La legislación vigente parece darles la razón. El artículo 81 del Reglamento de Seguridad Privada contempla el transporte del arma reglamentaria en polígonos industriales y en zonas en las que se almacenen mercancías, un punto reforzado por el artículo 40 de la Ley de Seguridad Privada, que añade las zonas rústicas y el horario nocturno como condicionantes para disponer del arma.
Similares son los supuestos recogidos en la normativa reguladora de Renfe para la prestación de servicios de seguridad privada. En el caso de este documento, las estaciones de mercancías y las playas de clasificación son escenarios susceptibles de ser patrullados portando armas de fuego, en especial en horas nocturnas. Todas estas condiciones se cumplen en La Maruca.
Por el momento, y a la espera de que las autoridades competentes tomen medidas al respecto, AVISPA insiste en que, «en los últimos meses, las intervenciones de los agentes han sido prácticamente diarias», y se han sufrido «intentos de agresión por parte de particulares, incluidos atropellamientos». También se han intervenido armas de fuego.
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