El Tribunal Supremo rebajó la condena a la que fue sentenciado el pasado mes de febrero el atracador de la joyería Romeu, situada en la calle Real, en dos años y dos meses de cárcel. Así, el alto tribunal le impuso la pena de nueve años y tres meses de prisión porque considera que, en este caso, no cabe aplicarle la agravante de actuar por un precio o recompensa, tal y como hizo la Audiencia Provincial.
Los magistrados destacan en la sentencia que imponerle más condena por atribuirle un "singular desvalor moral" al delito por la obtención de un beneficio económico es un rasgo "central" del robo. Por tanto, esa consideración ya va incluida en el delito en sí. "Utilizarla también con fines agravatorios sería penarlo dos veces", recalcan los jueces.
El procesado, que es defendido por el abogado Manuel Ferreiro, fue sentenciado por cometer un delito de robo con intimidación y uso de arma, un delito de tenencia ilícita de armas y otro de homicidio en grado de tentativa. El condenado, según consta en el fallo judicial, accedió al establecimiento el 15 de enero de 2011 acompañado por otros dos asaltantes y encañonó al vigilante de seguridad con un arma "en perfecto estado de funcionamiento". El guarda se enfrentó al él y alertó a dos de los empleados del local.
El imputado accionó el gatillo de la pistola hacia el vigilante, pero no llegó a detonarse. Los otros dos atracadores huyeron en ese momento sin sustraer ningún objeto y el acusado fue reducido por el guarda y los dos trabajadores. Un juez del Supremo emitió un voto particular para pedir que lo absuelvan del delito de intento de homicidio, por lo que su letrado recurrirá en amparo al Constitucional.
La Policía Nacional, tras efectuarle la prueba de ADN, comprobó que el ladrón formaba parte de la banda de cuatro hombres que habían atracado la joyería Calvo, situada en Rúa Nueva, en septiembre de 2010. Los asaltantes consiguieron huir con 42 relojes valorados en 147.215 euros sin ser identificados por la policía. Cuatro meses más tarde, según el 091, el grupo organizado, que opera en España, Portugal y Francia, regresó a la ciudad. En esa ocasión su objetivo fue la joyería Romeu, pero el atraco fue frustrado. El procesado también fue condenado a cuatro años y tres meses de cárcel el pasado mes de marzo por el asalto a la joyería Calvo.
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