Un coche sospechoso, un individuo de extraños comportamientos y la intuición de unos vigilantes de seguridad y unos policías. Este es el cóctel que la tarde del lunes permitió a la Policía Nacional incautar en la capital malagueña más de 400 kilos de hachís en un vehículo que los narcos habían dejado estacionado en un centro comercial de Guadalmar.
Según pudo saber ABC de fuentes cercanas al caso, la operación se produjo en torno a las 17:00 y permitió, además de la aprehensión del alijo, la captura por parte de agentes del Grupo de Atención Ciudadana (GAC) de un individuo francés de origen magrebí, que fue trasladado a dependencias policiales.
No obstante, las indagaciones se iniciaron un día antes, cuando unos vigilantes de seguridad del centro comercial observaron a un grupo de personas sospechosas que llamó a su atención.
Éstas se marcharon, pero el lunes se percataron de la presencia de uno de ellos que dejó estacionado un turismo en el aparcamiento y se marchó. Poco después, apareció otro hombre que se aproximó en varias ocasiones al turismo en actitud vigilante, pero que no se atrevió a cogerlo.
Los guardas de seguridad dieron aviso a la Policía Nacional, que estableció un dispositivo por si el individuo volvía a hacer acto de presencia, como así fue, y aclarar qué ocurría.
Éste se decidió a montarse en el vehículo y cuando inició la marcha fue interceptado por los agentes. Durante el registro del mismo se descubrió que en el maletero había ocultos algo más de 400 kilos de hachís.
La droga y el hombre fueron trasladados a la Comisaría Provincial para proseguir con las indagaciones.
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