Profesionales del sector de los vigilantes de seguridad que conocen las características de este tipo de furgones calificaron ayer el plan como «una chapuza» y aseguraron que estaba «condenado al fracaso» de antemano. Según ellos, los ladrones no disponían de tiempo suficiente para perforar con lanzas térmicas la carrocería blindada del furgón. Además, explicaron que las sacas se guardan en varios compartimentos dentro del vehículo, también blindados, por lo que tendrían que haber realizado más de un agujero.
También consideran el plan de fuga como un auténtico desastre en las dos hipótesis posibles, tanto si pensaban huir en el coche con el que habían accedido a la bodega como si pretendían lanzar al mar las sacas con el dinero y escapar en una lancha neumática, como así hicieron, aunque sin el botín, cuando fueron sorprendidos.
El ´Posidonia´ zarpó de la Savina el martes a las 13 horas. En el ferry viajaban 55 pasajeros y en la bodega estaban aparcados once camiones, el furgón blindado y nueve coches. Todos abandonaron el barco antes de las tres de la tarde excepto uno: un Range Rover con matrícula alemana, en el que se da por hecho que embarcaron tres de los delincuentes.
Una portavoz de Baleària recordó ayer que el protocolo internacional para la protección de los buques exime a la compañía de registrar los datos de los pasajeros en el trayecto entre las Pitiusas. Únicamente presentan su documentación los residentes, para disfrutar del descuento en el billete. En el caso de los ladrones, no quedaron identificados.
A las 13.20 horas aproximadamente un marinero comenzó la ronda de vigilancia que efectúa en las zonas restringidas del barco. En la bodega sorprendió in fraganti a tres hombres (no dos, como se informó ayer en un primer momento) subidos en el techo del furgón blindado. Tenían en su poder una lanza térmica y botellas de gas. La Guardia Civil no ha recuperado estos objetos. El miembro de la tripulación escuchó a uno de ellos gritar en castellano, sin identificar un acento que aclare su procedencia, y comenzó a perseguirlos. Los ladrones corrieron rápido y llegaron enseguida a la cubierta de popa, seguidos también por los vigilantes de seguridad de Prosegur encargados de la custodia del furgón. Varios pasajeros observaron cómo estos individuos se lanzaban al mar desde una altura de unos seis metros. Fueron recogidos por una lancha neumática de unos ocho metros de eslora, en la que esperaba el cuarto compinche. Llegaron a toda velocidad al embarcadero situado junto a la torre de sa Sal Rossa, donde aguardaba otro hombre. Los cinco huyeron en un BMW X6 blanco, según varios testigos. Allí se perdió su pista.
Los investigadores estudian ahora las huellas recogida en la lancha, que fue trasladada al puerto de Ibiza, y en el coche que quedó abandonado en la bodega, para intentar identificar a los ladrones.
Una portavoz de Baleària recordó ayer que es la primera vez que sufren un intento robo de estas características. La naviera agradece la colaboración y paciencia de los pasajeros, retenidos más de una hora mientras la Guardia Civil recogía su filiación y registraba los vehículos en la bodega.
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