El juez pone en libertad al vigilante implicado en el robo de la Aduana en Huelva.

El Juzgado de lo Penal número 4 ha decretado la puesta en libertad de F.J.L. el vigilante de seguridad, implicado en el robo de 1.022 kilos de hachís del edificio de la Aduana coincidiendo con las campanadas de 2013. 

Su abogado, Manuel Domínguez, lo manifestó así ayer a la agencia Efe. El letrado precisó haber recibido un fax, apenas una hora después de que concluyera el juicio contra los doce acusados en esta causa, en el que se le notificaba la decisión por la que su cliente salía de prisión de manera inmediata. El abogado explicó que la decisión del juez se basa, fundamentalmente, en el arraigo y el domicilio fijado en Huelva y en el hecho de que "no existe riesgo de fuga", por lo que permanecerá así hasta que se conozca la sentencia. 

Esta persona, que presuntamente facilitó la información, los mandos y el código de seguridad de las instalaciones para que los ladrones pudieran acceder, era la única que se encontraba en prisión después de que en agosto de 2013 salieran los seis últimos. 

La Fiscalía, que inicialmente pedía once años de cárcel para esta persona, modificó ayer sus conclusiones aplicándole la atenuante analógica que pasa por aceptar que fue coaccionado, y ha rebajado la petición de condena para los delitos de hurto continuado, de 18 meses a 15 meses y un día, por el de robo de tres a dos años y por un delito contra la salud pública de tres años y seis meses, a tres años. 

El titular del Juzgado de lo Penal 4 resolverá, en sentencia, sobre la petición de nulidad de diferentes autos judiciales realizada por las defensas, entre ellos los de autorización de intervenciones telefónicas y de entrada y registro en domicilio, que podrían devenir en la nulidad de la causa. Las defensas han alegado, de este modo, vulneración de derechos fundamentales. 

En la sesión de ayer del juicio sobre este robo en la Aduana, el jefe de Vigilancia Aduanera confirmó la falta de seguridad que existía en las instalaciones, de la que informó en "varias ocasiones", asegurando que la puerta del búnker en la que se almacenaba la droga podía abrirse "con un empujón". Explicó que al almacén de las drogas se accede a través de unas claves de seguridad y una llaves que sólo tienen él y un compañero las cuales "no han facilitado a nadie" por lo que "no es posible" que el vigilante de seguridad las conociera. 

Sin embargo, a preguntas del juez, precisó que es una puerta de doble hoja "antincendios" que "no está diseñada para impedir el acceso" por lo que, a pesar de las claves de seguridad, "el propio peso de la puerta hace que si se cogen los dos mangos que tiene, se abra, incluso con un empujón".

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