La Fiscalía del Tribunal Supremo ha recurrido la sentencia de la Audiencia de Sevilla que absolvió a dos rumanos que presuntamente asesinaron al vigilante de una planta fotovoltaica de Marchena (Sevilla) para robar cobre.
Fuentes judiciales han informado a Efe de que la Fiscalía ha pedido que los procesados sean condenados a 38 años de cárcel cada uno y que el Supremo declare la validez de la prueba de ADN que encontró sus rasgos genéticos en un guante de trabajo abandonado por los ladrones y en el pantalón de la víctima.
El asesinato del vigilante José Antonio Jiménez Ceferino fue presuntamente realizado por cuatro ciudadanos rumanos, dos de ellos fugados de la justicia, en la madrugada del 25 de noviembre de 2009, después de que unas horas antes fuesen repelidos por el mismo vigilante cuando les sorprendió intentando robar cobre.
En diciembre pasado, la Sección Cuarta de la Audiencia de Sevilla absolvió a Adi D. y Marius L.C. por nulidad de la prueba de ADN, que fue aportada a esta causa procedente de otros sumarios instruidos en Sevilla y Almendralejo (Badajoz).
Tal ilicitud, según la Audiencia sevillana, derivaría de la ausencia de consentimiento del interesado o autorización judicial, en el caso de Marius L., y de la omisión de la necesaria asistencia letrada y de intérprete en el caso del acusado Adi D.
La Fiscalía, sin embargo, entiende que en la época en que se tomaron las muestras de ADN ninguna jurisprudencia exigía la presencia de letrado y alega que el Tribunal Supremo ha tenido una doctrina variable sobre el asunto, ya que cuando la Audiencia absolvió a los rumanos se exigía un pleno consentimiento informado pero una sentencia posterior no ha hecho.
Además, durante las respectivas fases de investigación ninguna de las defensas argumentó la falta de consentimiento en la toma de muestras, según el recurso.
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