- El denunciante afirma que la administradora de la Biblioteca aceptaba cohechos
- Otro que también recibía regalos era el director del centro de menores de L’Alzina
El responsable de almacén de Segur Ibérica en Barcelona denuncia ante la Justicia que su empresa ha estado sobornando a importantes clientes de la compañía, principalmente empresas de la Generalitat de Cataluña, con regalos de elevado valor para que hicieran la vista gorda con los servicios que se cobraban sin haber sido realizados.
David Pérez Rubio, empleado de Segur Ibérica entre los años 2005 y 2010, comparecerá en la mañana de hoy para declarar ante el titular del Juzgado de Instrucción número 21 de Barcelona para prestar declaración en relación a la denuncia presentada el pasado 13 de enero, en la que vierte graves acusaciones de cohecho hacia los directivos de la compañía Segur Ibérica, a la que atribuye actuaciones presuntamente ilícitas.
Este juzgado instruye la causa abierta contra los responsables de seguridad y servicios de la Biblioteca de Catalunya presentada por la mercantil NIX Universal SL, en la que acusa a estos funcionarios de la Generalitat de Cataluña de los supuestos delitos de falsedad en documento público y omisión del deber de perseguir delitos. En concreto, la querella está dirigida contra la jefa del servicio de Administración de la Biblioteca de Catalunya, Margarita Valverde, y contra Ferrán López San Juan, responsable de mantenimiento de esta institución catalana.
Esta sería la segunda declaración de testigos en esta causa en la que fuentes de la investigación sitúan la presunta estafa en torno a las 2.600 horas realizadas por falsos vigilantes o no realizadas entre los años 2005 y 2010, tras el cruce de los datos facilitados por Seguridad Privada del Ministerio del Interior y los cuadrantes y nóminas aportados a instancia judicial por la propia compañía Segur Ibérica. A esto hay que añadir otras 16.000 horas de servicios de las mismas características, lo que elevaría la cuantía del fraude cerca de 250.000 euros.
Es importante resaltar la declaración realizada por el exapoderado de Segur Ibérica en Cataluña y Baleares José Albuixech, quien afirmó que"Segur Ibérica disfrazó a porteros y jardineros como vigilantes de seguridad para trabajar en la Biblioteca Nacional de Cataluña". En este sentido, atribuyó que los responsables de la Biblioteca eran agasajados con regalos de Segur Ibérica a modo de agradecimiento, que fue interpretado como una forma de supuesto soborno para que "miraran para otro lado".
Jamones, vinos y baúles
En este sentido las recientes manifestaciones notariales y la consiguiente denuncia ante los tribunales de David Pérez Rubio, exempleado de Segur Ibérica, aportan nueva luz a esta supuesta trama delictiva denunciada.
Así David Pérez afirma que ha estado trabajado en la empresa Segur Ibérica y Consorcio de Servicios entre agosto de 2005 y noviembre de 2010, "estando encargado entre otras funciones del almacén de la empresa que estaba en sus oficinas centrales. Mi trabajo consistía en controlar las entradas y salidas de material y preparar los paquetes y regalos que se hacían a los clientes".
En el punto cuarto de su denuncia, Pérez afirma que "el marido de Margarita [jefa de servicio de administración de la Biblioteca de Cataluña] acudía asiduamente a recoger sus regalos, consistentes en jamones, vinos de elevado precio y baúles cuyo contendido desconozco, para lo cual entraba en el garaje en un vehículo todoterreno y lo ponía con la parte trasera pegada al almacén".
En relación a esto, David Pérez sostiene que "entre mis compañeros de Segur Ibérica se comentaba que era el precio que pagaba la empresa para que Dña. Margarita hiciera la vista gorda con los servicios que se cobraban a la Biblioteca sin haber sido realizados".
El objetivo de los regalos
Pero al parecer no sólo los supuestos cohechos afectaban a la Biblioteca de Cataluña. "Esto se hacía con muchos otros clientes, también con Santiago Martín Rodríguez, director del Centro de Menores L'Alzina, pero este no pasaba a recogerlos porque decía que no podía aceptarlos por su cargo, pero que no tenía inconveniente en que se los enviaran a su casa, lo que se hizo regularmente hasta al menos el año 2009".
Asimismo añade que "entre mis compañeros se comentaba que los regalos se entregaban para que los clientes no comprobaran la facturación y validaran como correctos servicios que no se habían realizado y cuadrantes de personal de seguridad que nunca trabajó en L'Alzina, como era el caso del inspector de Segur Ibérica, el señorPouso", manifiesta en su denuncia el trabajador.
Por último, concluye que la entrega de los regalos y cajas estaba "dirigida y ordenada" por el jefe de la delegación de Barcelona de la empresa de seguridad, Enric Cabezuelo.
En este sentido Enric Cabezuelo, máximo responsable de Segur Ibérica en Cataluña hasta su cese tras estas denuncias, alegó enfermedad el pasado 9 de enero para evitar comparecer como testigo ante el juez instructor y las partes personadas. Recientemente argumentó ante el tribunal que padece una fuerte depresión para retrasar su comparecencia judicial. En cualquier caso, el juzgado de Instrucción número 2 de Barcelona ha citado a Cabezuelo para el día 8 de mayo a las 11 de la mañana.
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