Alguna
vez en la vida, algunos de nosotros, nos vamos a encontrar en la situación de
ser agredidos físicamente, de que intenten agredirnos, o bien vamos a ser
testigos de la agresión o intento de agresión que sufre un compañero. Suelen
ser situaciones "calientes", de nerviosismo y estrés, en los que
lógicamente en lo que menos nos paramos a pensar es en las consecuencias
policiales y/o judiciales que puedan acarrear nuestras actuaciones. Estos
últimos días, hemos tenido conocimiento del caso del compañero que prestaba
servicio en RENFE-Madrid y haciendo uso de su arma reglamentaria hirió a un
tercero en el muslo.
La
legítima defensa es la más conocida de las eximentes de responsabilidad penal y
que parte del instinto innato de sobrevivir del ser humano, por lo que esta
bien valorada y aceptada socialmente pero, como todas estás causas de exención
de responsabilidad, tiene sus límites.
Espero que este articulo os aclare las dudas y las consecuencias que os puedan surgir si os veis en la necesidad de hacer uso de las armas reglamentarias del vigilante de seguridad.
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