Movilizaciones de la seguridad privada en Asturias. La plantilla de Prosegur paraliza la sede de Granda en protesta por un ERE inminente.

Trabajadores de las empresas de seguridad privada que operan en Asturias se concentraron y manifestaron ayer ante la delegación de Prosegur en el Principado, sita en el sierense polígono industrial de Granda, convocados por los sindicatos UGT, CC OO y USO contra el descuelgue generalizado de las empresas de seguridad del convenio nacional. 

Las centrales afirman que los empresarios «están utilizando el chantaje, amparado por la reforma laboral, para que la mesa negociadora acceda a las pretensiones de congelación salarial hasta 2017, cuando llevamos tres años cediendo y renegociando una subida que no quieren pagar».


Los trabajadores de la empresa Prosegur se concentraron ayer durante tres horas a las puertas de la sede de la empresa en el polígono de Granda (Siero), en protesta por la reducción salarial que pretenden imponer a sus trabajadores las grandes empresas del sector de la seguridad privada y por el inminente Expediente de Regulación de Empleo (ERE), con propuesta de extinción, con el que Prosegur pretende suprimir en torno a 1.500 puestos de trabajo en toda España, según las estimaciones de los sindicatos.

La protesta se desarrolló de manera pacífica, lo que no impidió que los trabajadores lograsen su objetivo principal, que era impedir la salida de los vehículos blindados que cubren distintas rutas tanto en Asturias como en regiones colindantes. A tal fin, los manifestantes se concentraron a las puertas de la empresa a las 7 de la mañana, manteniendo la protesta viva hasta pasadas las 10.

Esta manifestación, en la que participaron buena parte de los 220 empleados de Prosegur, además de numerosos trabajadores de otras empresas del sector, fue organizada por los sindicatos USO, UGT y CCOO, quienes anuncian nuevas movilizaciones en otras empresas para evitar la imposición de una reducción salarial del 5 por ciento, entre otras medidas lesivas para los trabajadores.

"Las empresas del sector deben a los trabajadores subidas salariales ya comprometidas de un cinco por ciento. Pero es que ahora los están chantajeando para no pagarles esa subida y, además, reducir sus sueldos en otro cinco por ciento", sostiene José Manuel Fernández, de UGT. Según Luis Alonso, de USO, ese cinco por ciento que no se ha incrementado supone unos 360 euros anuales para cada trabajador, que podrían llegar a los 700 si se reducen sus sueldos otro cinco por ciento. Todo en un sector en el que, en los últimos años, sólo han subido los sueldos un 2,6 por ciento, según Rafael Bravo, de CCOO.

En todo caso, los sindicatos precisan que la situación en Prosegur es peor que en el resto de empresas del sector -en las que también se prevé organizar movilizaciones- debido a esa propuesta de ERE que es vista por los sindicatos como "un despido colectivo que aprovecha la reforma laboral".

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