El vigilante de seguridad de las cámaras del Madrid- Arena, ausente durante la tragedia.

El encargado de las cámaras del pabellón Madrid Arena en la noche en que murieron cinco jóvenes en una avalancha mortal no estuvo en su posición, en el cuarto de control de pantallas, durante más de hora y cuarto en el lapso en que sucedieron los hechos.

Según imágenes exclusivas a las que ha tenido acceso ELMUNDO.es, Roberto Mateos, encargado del control de cámaras de Arena, salió de su puesto a las 3.11 horas de la madrugada y regresó a las 3.48, corriendo, después de ser avisado por walkie talkie de que algo sucedía en el vomitorio A.

Allí, una montaña de cuerpos aplastaba y a la postre mataba a cinco chicas desde las 3.30 aproximadamente, cuando Mateos estaba lejos del cuarto de pantallas, haciendo la ronda por el pabellón junto con Raúl Monterde, el coordinador del equipo de Seguriber.

Mateos declara esta misma mañana en el juzgado número 51 de instrucción de Madrid, como imputado por los hechos. El vigilante señaló en su primera declaración, aún como testigo, que estuvo las ocho horas de su turno en su puesto, sustituido en algunos lapsos que no supo precisar.

En las imágenes a las que ha accedido este digital, sin embargo, no se ve a ningún otro vigilante de Seguriber que le sustituya. La compañía ha mantenido siempre, además, que el control de pantallas es en realidad "seguridad pasiva", y los trabajadores dicen que es muy difícil ver nada en dos pantallas que se subdividen a su vez en 32 pequeños rectágulos.

Mateos abandona por primera vez la estancia a las 2.33 horas, y regresa a las 2.49 sin que se vea a nadie que le sustituya en la posición. Veinte minutos después vuelve a salir. Tardará algo más de 36 minutos en volver.

Primero pasa, acompañado por Monterde, por el portón de cota 0 abierto irregularmente, por el que se inundó de público la pista de Arena. Sigue después por el vomitorio que va a dar a la oficina utilizada por Diviertt, la promotora de Miguel Ángel Flores. Y después por cota 5, y hasta por cota 11, hasta que tiene que volver corriendo, avisado por 'walkie talkie': algo está pasando junto a la pista.

Mateos vuelve entonces al cuarto de cámaras, al que es evacuada una de las heridas posteriormente fallecidas, y donde se reúnen cuatro vigilantes de Seguriber: Mateos, Monterde, Juan José Paris Nalda y Christian Fraile.

Poco después, ya en el pandemonium en que se convirtió el pabellón, Mateos vuelve a abandonar varias veces la estancia para ayudar en la evacuación de los heridos. En total, está una hora y 16 minutos fuera de su posición, sin que en las imágenes a que ha tenido acceso este digital se observe que le sustituye otro vigilante.

Las familias sostienen, al contrario que Seguriber, que la labor de Mateos era fundamental al poder ver el entorno del vomitorio, y que su ausencia retrasó la reacción de los servicios de orden. El vigilante explicó en su primera declaración que la falta de cámara en ese mismo vomitorio relativizaría su función.

Seguriber siempre ha mantenido en sus anteriores declaraciones ante el juez que su labor con las cámaras era de "vigilancia pasiva", es decir, controlar que se grabaran las imágenes y las cámaras funcionasen, no estar pendientes de lo que ocurría a través de las pantallas.




Ningún vigilante controlaba las cámaras de seguridad durante la tragedia del Madrid Arena

El cuarto de control de cámaras del Madrid Arena estaba "vacío" en el momento en el que se produjeron las avalanchas que se cobraron la vida de cinco jóvenes el 1 de noviembre de 2012, según los abogados de las víctimas.

Esta es su conclusión a la vista de las imágenes grabadas por las cámaras de seguridad del recinto que demuestran que, en el momento de los hechos, los cuatro empleados de Seguriber que podían estar en el centro de control de cámaras estaban "paseando" por el pabellón.

Durante su declaración ante el juez como imputado, el empleado de Seguriber, Roberto Mateos, responsable del centro de control de cámaras del Madrid Arena, ha explicado que, cuando tenía que ausentarse de su puesto, lo relevaban y que el sistema de vigilancia, consistente en dos pantallas de catorce pulgadas, era "muy primitivo".

Abdón Núñez, el abogado de la familia de Belén Langdon, una de las víctimas de la tragedia, ha indicado que, cuando se produjeron las estampidas humanas, los cuatro empleados de Seguriber, Roberto Mateos, Juan José París Nalda, Raúl Monterde y Cristian Fraile, estaban "circulando" por el Madrid Arena.

Roberto Mateos estuvo "paseando" por las plantas superiores del Madrid Arena, mientras se estaban produciendo las avalanchas en la pista central, de modo que no vio las bengalas, ni vio nada, porque no estaba en el cuarto de control de cámaras, ha asegurado el abogado, quien ha detallado que en total estuvo fuera de su puesto una hora y trece minutos. "Cuando llevan a una de las víctimas al cuarto de control de cámaras y la trasladan a la enfermería, en vez de volver a su puesto de trabajo y dar el aviso a Emergencias, Roberto Mateos sigue paseando por el Madrid Arena durante dieciséis minutos más sin hacer nada en concreto", ha afirmado Núñez.

El responsable asegura que estuvo en el cuarto de cámaras toda la noche

Roberto Mateos ha mantenido en sede judicial que la noche de la tragedia permaneció en el cuarto de cámaras desde las 23 hasta las 7 horas sin moverse, lo que, para el abogado de la familia Langdon, es "absolutamente falso". Su única función era permanecer en el cuarto de control de cámaras y hacer un seguimiento de al menos 17 de las 94 cámaras existentes en este espacio, ha agregado Núñez. La empresa Seguriber ha aportado un informe en el que concluye que el sistema de vídeo-vigilancia en el Madrid Arena "funciona correctamente desde el punto de vista técnico, sin comprobación de los equipos".


El cuarto del control de cámaras del Madrid Arena estaba vacío en el momento de la avalancha

El cuarto del control de las cámaras de videovigilancia instaladas en el pabellón Madrid Arena estaba vacío en el momento en el que se produjo la avalancha que acabó con la vida de cinco jóvenes que asistían a la fiesta organizada por Diviertt en Madrid la madrugada del 1 de noviembre de 2012, dado que el encargado de vigilarlas estaba paseando por el recinto. 

 Así se desprende de la declaración realizada este viernes como imputado de Roberto M.G., empleado de la empresa Seguriber. Tras concluir la comparecencia, el magistrado ha avanzado a los abogados el informe de la Policía Nacional que se presentará después de Semana Santa sobre el resultado final de entradas vendidas por Diviertt, cuya cifra se sitúa en los 22.00 tickets y que vendría a triplicar el aforo permitido. 

Sobre la declaración del último imputado en la causa, se ha tratado de la segunda ocasión que desfila ante el juez Eduardo López Palop. La primera lo hizo como testigo y afirmó que en ningún momento abandonó su puesto de trabajo, pero las cámaras le captaron que estuvo ausente durante una hora y trece minutos. 

Roberto ha defendido en los pasillos de los juzgados que si abandonó en algún momento su puesto, algún compañero le relevó. Sin embargo, los abogados de las acusaciones particulares creen que miente en esta afirmación. 

El abogado Abdón Núñez ha señalado que las cámaras le graban a él y a las otras personas que supuestamente le debían relevar. "Él dice que no se acuerda donde estaba, pero las cámaras le graban en cota 5 -la planta intermedia- y en cota 11 -la planta de arriba-", ha señalado. 

"El cuarto de cámaras estaba abandonado", ha aseverado el letrado, quien se plantea solicitar que se deduzca testimonio contra este imputado por mentir cuando compareció en calidad de testigo. De igual modo, la letrada Mª José Siñeriz ha señalado que se trata "del cazador cazado". "Le pillan las propias cámaras que él debía controlar", ha dicho. 

Sistema de vigilancia primitivo 

También en los pasillos, Roberto ha señalado que a su juicio el sistema de videovigilancia era primitiva, ya que estaba compuesto por dos pantallas de 14 pulgadas con pestañas. Frente a ello, Núñez ha asegurado que en las pantallas se podían ver a la vez todas las cámaras. 

Sobre las cámaras, el abogado de Seguriber, Alfonso Coronel de Palma, ha presentado un informe pericial sobre su funcionamiento y que concluye que "el sistema funciona correctamente". 

El próximo 22 de abril, el autor del informe comparecerá para ratificar el mismo. Fuentes próximas al juzgado han indicado que el magistrado repasará durante la Semana Santa el contenido de la declaración de las veintiséis personas imputadas de cara a concretar las acusaciones y dictar el auto de transformación, que supone la conclusión de la investigación penal.

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