La dirección del Instituto Nacional de la Seguridad Social de Bizkaia ha estimado que el estado de ansiedad que se deriva de la agresión física sufrida por un trabajador el pasado año es un accidente de trabajo, según ha informado hoy CCOO.
El 8 de noviembre de 2013, un vigilante de la empresa Seguridad LPM, también miembro del comité en representación de CCOO, fue agredido por un inspector de la compañía en el transcurso de una disputa por motivos de trabajo, lo que motivó una denuncia ante la Ertzaintza, según ha explicado CCOO en un comunicado.
El vigilante de seguridad estuvo un mes de baja por accidente laboral con pronóstico de cervicalgia por agresión en el trabajo, hasta que la mutua Asepeyo le dio el alta al entender que estaba curado.
CCOO ha señalado que el trabajador recibió el alta "pese a que seguían existiendo síntomas de un grave estado de ansiedad que motivaron que el trabajador tuviese que acudir a su médico de cabecera, que le prescribió un nuevo periodo de baja".
La Seguridad Social entiende que este nuevo episodio de baja por cuadro ansioso depresivo también se deriva de la agresión sufrida por el trabajador y que es accidente de trabajo, por lo que hace responsable a la mutua del pago de la prestación económica, según CCOO.
El responsable de Salud Laboral de esta central en Euskadi, Alfonso Ríos, ha denunciado que es una "práctica común" que las mutuas traten de "desentenderse de sus responsabilidades en el pago de las prestaciones derivadas de riesgo psicosocial", por lo que ha instado a la Seguridad Social a corregir estas situaciones.
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