´Le taponé la herida y presioné para que no perdiera más sangre´
Emilio Sifre, un vigilante de seguridad, se encontraba ayer sentado en una terraza de la plaza de España, en compañía de unos amigos, cuando vio llegar a un joven pidiendo auxilio en la cervecería donde se encontraba.
Acababa de ser apuñalado en el tórax. "Se levantó la camiseta y sangraba abundantemente", explicó. El vigilante no se lo pensó dos veces y pidió material para practicarle primeros auxilios: abundante papel y unos guantes. "Le taponé la herida y presioné para que no perdiera más sangre hasta la llegada de la ambulancia. De repente vi que entraba en shock y las pupilas se le iban cerrando. Se le cortaba la respiración y le masajeé", indicó.
Las asistencias sanitarias relevaron luego al vigilante.
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